Ultrasonidos

Los ultrasonidos son una técnica muy utilizada para tratar diferentes lesiones y dolores, no solamente por los beneficios de su utilización, sino porque además es una técnica no invasiva, a diferencia de otras como la punción seca. ¿Quieres saber cómo funcionan? En este artículo te contamos un poco sobre ellos, pero no olvides visitar nuestra clínica de fisioterapia en Bilbao para que un especialista te evalúe y lo incorpore en tus terapias.

¿Qué son los ultrasonidos y cómo funcionan?

Los ultrasonidos son ondas sonoras que tienen una frecuencia tan alta que nuestro oído humano no las percibe. En medicina y salud tienen muchos usos, pero resalta especialmente su uso en fisioterapia para tratar lesiones del sistema musculoesquelético.

Los fisioterapeutas utilizamos dispositivos especiales de ultrasonido que emiten esas vibraciones sonoras sobre la piel. Las ondas no son dolorosas y actúan propagándose hacia tejidos más profundos, aumentando la temperatura y la circulación sanguínea, dos efectos fundamentales que ayudan a disminuir la inflamación y el dolor, al mismo tiempo que promueven la curación de los tejidos. Cuando te aplicamos una terapia de ultrasonido, lo que puedes esperar es una sensación de calor agradable.

¿Qué lesiones pueden tratarse con los ultrasonidos y cuáles no?

El ultrasonido es una herramienta muy práctica, ya que se puede utilizar prácticamente en cualquier región: miembros superiores, miembros inferiores, cabeza, ATM… En fisioterapia es común (y muy efectivo) utilizar el ultrasonido en:

  • Patologías óseas: en los huesos, los ultrasonidos fomentan la consolidación, reparando esa pérdida de continuidad generada en fracturas y fisuras de todo tipo.
  • Patologías musculares y tendinosas: como desgarros o roturas fibrilares, hematomas, contracturas, tendinitis… El ultrasonido favorece la limpieza del tejido dañado y aporta sangre y energía a tejidos profundos, lo que potencia el trabajo de las células a la hora de cicatrizar las heridas del músculo y del tendón.
  • Patologías articulares: el ultrasonido disminuye el dolor y la limitación de movimiento que generan enfermedades como las artritis generales y reumatoides, las artrosis y las espondilitis.

Ciertamente es muy útil, pero el ultrasonido no lo cura todo. Hay algunos casos en los que no se puede utilizar o debe usarse con precaución. Por ejemplo:

  • En mujeres embarazadas es preferible no utilizarlo y, si se utiliza, solo hacerlo en las extremidades.
  • Personas con cáncer se arriesgan a que las células malignas se propaguen a otras zonas.
  • En heridas abiertas, ya que pueden empeorar y hacerse propensas a infección.
  • En bebés y niños, porque puede afectar el crecimiento del hueso.

Para concluir, los ultrasonidos en fisioterapia son herramientas excelentes y muy eficientes en los resultados que ofrecen. No dudes en consultarnos