En las últimas décadas las ciencias de la salud están cambiando mucho. Figuras como los fisioterapeutas están ganando importancia en el espectro del dolor y la disfunción. Hace 30 años la mayoría de los esguinces se inmovilizaban con escayola y se mandaba reposo. Pasaba lo mismo con algunas costumbres aceptadas socialmente como correctas y que hoy nos asombran y hasta nos pueden hacer gracia: mi padre recuerda que a los niños se les daba vino quinado para estimular el apetito y como “reconstituyente”; tan asombroso para nosotros como la costumbre de darles a las madres lactantes cerveza para mejorar la calidad de su leche. Lógicamente, al cabo no pudo certificarse experimentalmente la validez de aquellas prácticas que no pasaban por el aro del “método científico”.

Viene esto a que hoy hablaremos de la importancia de no “inmovilizar todo lo que se mueve” por ejemplo, los esguinces. La palabra esguince viene del antiguo latín vulgar “exquintiare” que significa desgarrar algo en 5 pedazos. En la actualidad la palabra esguince se utiliza para definir cuando una articulación ha sufrido un movimiento excesivo que ha superado los rangos de movilidad que la misma permite. Los ligamentos son los responsables de evitar que una articulación tenga un movimiento excesivo y cuando hay un esguince estos sufren. Por lo tanto, en la actual literatura médica esguince se refiere a la sobredistensión de un ligamento.

Aun así, los esguinces se les denomina con el acompañamiento de una articulación; por ejemplo, esguince de muñeca, esguince de tobillo, esguince de rodilla… Tal y como podemos observar, estos diagnósticos no hacen referencia a ningún ligamento, tan solo se hace referencia a la zona que duele. Así pues y tal y como indicaba anteriormente, la palabra esguince determina el sufrimiento de un ligamento; entonces: ¿a qué ligamento en concreto hace referencia un esguince de tobillo? Una vez llegue a oír esguince de empeine…

Después de un esguince hay que parar. Por supuesto. Lo saben aquí y en la Conchinchina. Pero ¿por qué ya no se ponen escayolas a los esguinces? Muy sencillo. LA CARGA REGENERA MIENTRAS QUE LA DESCARGA CRONIFICA Y FIBROSA TEJIDOS. Por tanto, la mejor forma de recuperar cualquier lesión es empezando a movilizar con cuidado la zona afectada desde el minuto uno, siempre y cuando no haya dolor al moverlo. Y ahí es donde entramos nosotros los fisioterapeutas.

¿Sabías que en un día de inmovilización total perdemos un 50% de ciertas fibras de un músculo? ¿Y que al segundo día perdemos otro 50% de las que quedan y así sucesivamente? Al final la escayola en un esguince de tobillo tiene en muchas ocasiones más perjuicios que beneficios pues, además de la atrofia, se genera una gran pérdida del control sobre la articulación por parte de los músculos y, como consecuencia, la probabilidad de que reaparezcan nuevos esguinces es enorme.

“Con esto del fitness y de que ahora todo el mundo se cuida más los fisioterapeutas empezáis a tener mucho trabajo” suelen decirnos. Pues bien, aunque sea cierto que la tendencia al cuidado y al ejercicio cotidiano va en aumento, lo que está marcando la verdadera diferencia es el aumento del conocimiento científico de la disciplina que, aunque nos obliga a estar permanentemente al día y reciclándonos, también nos abre muchas posibilidades de intervención fisioterapéutica que antes no se conocían y que resultan esenciales para la recuperación de cualquier lesión. Por ejemplo: menos inmovilizar esguinces y más trabajo de fisioterapia con ellos.

Escrito por Juan Gorostiza