El hombro congelado o capsulitis adhesiva es una patología cuyo origen es desconocido y supone un gran reto para la comunidad científica pues suele tener un pronostico largo y en ocasiones desfavorable. Este síndrome afecta seriamente a la movilidad y provoca numerosas molestias que deben ser convenientemente revisadas. A continuación, analizamos los factores de riesgo, las fases y el mejor tratamiento para su superación.

Factores de riesgo para la aparición del hombro congelado

El paciente observa una falta de movilidad en el hombro que le impide hacer los movimientos habituales.

Se trata de una patología de origen idiopático, pues la comunidad científica no ha sido capaz hasta el momento de realizar una investigación que demuestre cual es la cause real, aunque si que se conocen algunos factores de riesgo.

La diabetes. Hasta el 20 % de los enfermos desarrolla esta dolencia sin que la medicina haya aclarado todavía el porqué.

La menopausia. La pérdida de hormonas y la aparición de la osteoporosis van provocando que la articulación del hombro vaya perdiendo movilidad de forma progresiva.

Problemas con el tiroides. La subida de las hormonas tiroidea y paratiroidea se considera un factor de riesgo.

Dolencias cardíacas. Por lo general, se descubre antes el hombro congelado que el origen cardíaco del mismo. Resulta indispensable descartar cualquier dolencia de gravedad para evitar complicaciones de incierto resultado.

Una cirugía. Puede aparecer como consecuencia a una inmovilización prolongada o a una mala praxis por parte del cirujano.

Fases y tratamiento

Las fases de esta dolencia son las siguientes:

– Las primeras seis o nueve semanas se siente un dolor intenso y una falta de movilidad que van in crescendo , y que no mejoran con la ingesta de analgésicos. Sin embargo, algunos abordajes de fisioterapia pueden mejorar la sintomatología dependiendo del nivel de afectación del manguito y de la causa real, pues muchas veces este diagnóstico se utiliza demasiadas veces y sin un verdadero criterio.

– Durante los siguientes cuatro o seis meses el dolor se va aminorando, pero aumenta la inmovilidad. Cuando exista un déficit de movilidad de la cabeza del humero hacia la elevación, el músculo subescapular va a jugar un papel importante y algunos autores que publican en los libros de instrucción sobre el dolor miofascial consideran los puntos gatillo de este músculo la principal causa del déficit de movilidad, considerando su diagnostico diferencial. No obstante, las investigaciones al respecto todavía no puede afirmar que tal síndrome miofascial sea la verdadera causa o simplemente una implicación.

La última etapa puede durar un período entre seis meses y dos años. La puesta en marcha de las terapias que describiremos a continuación consigue “descongelar” el hombro y recuperar su movilidad. La reeducación al movimiento, la terapia manual y la readaptación son las bases del tratamiento en fisioterapia.

Dependiendo de cuál sea el grado de inmovilidad del hombro, se optará por un tipo u otro de terapia.

La importancia de confiar en profesionales de la fisioterapia

En todo este proceso de recuperación es muy recomendable acudir a una clínica de fisioterapia en Bilbao como Clínica Alhóndiga , para recibir un diagnóstico acertado y disfrutar si es necesario de su servicio a domicilio, que se centrará en la readaptación de la articulación dañada.

Ante cualquier molestia o sensación de inmovilidad en la articulación del hombro, visítanos. Solo los especialistas en fisioterapia con experiencia te ayudaremos a acortar las fases arriba descritas y te ayudaremos a recuperar la movilidad necesaria en el hombro.