La electrólisis percutánea intratisular (EPI) se ha convertido hoy en la tecnología por excelencia para la recuperación músculo-esquéletica. Junto con la estimulación electromagnética, las técnicas láser de alta intensidad o el sistema de neuroestimulación, las terapias EPI ya se ofrecen como servicio en las mejores clínicas dedicadas a la fisioterapia.

¿Qué es la electrólisis?

Se trata de una herramienta o técnica de fisioterapia invasiva para la recuperación muscular. Consiste en aplicar una corriente, de una manera ecoguiada, sobre el tejido mediante una aguja de acupuntura y un ecógrafo.

El principal objetivo de la técnica es promover o estimular una respuesta del cuerpo para que este active de nuevo la regeneración de los tejidos. Sobre todo, se indica para recuperarse de patologías como las tendinitis, algunas roturas musculares o incluso la fibrosis.

¿En qué consiste esta técnica de fisioterapia invasiva?

Para llevarla a la práctica, hay que introducir, en la zona a tratar, una aguja similar a las que se utilizan para acupuntura. Esta aguja está conectada a una máquina que va emitiendo descargas de corrientes galvánicas, que se irán adaptando a los mecanismos biológicos y promoverán la recuperación de los tejidos blandos como los tendones o el músculo. En concreto, el tejido blando que ya está degenerado se irá destruyendo, lo que provocará la respuesta inflamatoria necesaria para que se recupere.

Ventajas y beneficios de la electrólisis percutánea intratisular

Aunque se puede utilizar como técnica aislada, muchas veces, también se utiliza como complemento de otras técnicas de fisioterapia. Los principales beneficios de la aplicación de esta técnica son los siguientes:

• Focalización. El tratamiento permite incidir de manera local en el lugar de la lesión. Por eso, requiere una ecografía que indique, claramente, la zona a tratar.
• Tratamiento indoloro. Aunque puede ser un poco molesto y se considera invasivo, la posibilidad de modular la intensidad de la corriente hace el tratamiento prácticamente indoloro.
• Estimulación del colágeno. No repara únicamente el tejido, sino que también promueve la generación del colágeno.
• Resultados inmediatos y en tiempo real. El paciente puede notar una mejora desde la primera sesión. No se requieren muchas sesiones para la recuperación.
• Alto grado de efectividad y pocas recaídas. Es uno de los tratamientos con una mayor tasa de éxito. Su efectividad se sitúa en torno al 80 %.

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