La fisioterapia es una de las mejores técnicas que existen para la recuperación muscular, aunque bien es cierto que esta disciplina es mucho más precisa con la ayuda de un ecógrafo. De hecho, esta precisión hace que los diagnósticos puedan ser mucho más certeros, así como los tiempos de recuperación o incluso la detección de patologías más graves.
¿Por qué contar con un ecógrafo en fisioterapia?
Dicho elemento se usa para la realización de ecografías o ultrasonidos. Así, las ondas sonoras de alta frecuencia generan las imágenes de los órganos y las formaciones dentro del cuerpo, de ahí que pueda haber una mayor precisión con estas imágenes. Este sistema es muy usado en la medicina general, así como en la fisioterapia, donde ha permitido detectar diferentes tipos de patologías.
Por ejemplo, un ecógrafo es capaz de detectar desde pequeños calambres hasta evidencias de distrofia muscular o enfermedades neuromusculares. En relación con la fisioterapia, permite que los especialistas puedan saber lo que le ocurre al paciente lo antes posible para actuar de una manera o de otra.
Por tanto, la importancia del uso de este sistema reside en la rapidez para la detección de estas lesiones y la ayuda que brinda a los especialistas para que opten por un tipo de recuperación u otro. Así, en función de lo que dicten las imágenes decidirán llevar a cabo tareas de recuperación de mayor o menor intensidad, en función de lo dañado que esté el músculo.
Clínica Alhóndiga, especialistas en fisioterapia
En nuestras instalaciones contamos con un ecógrafo que nos permite comprobar cómo están los músculos de los pacientes, lo que nos permite ofrecer tratamientos más dirigidos y completos, así como determinar los plazos de recuperación desde el primer momento.
Con todo, el ecógrafo se ha convertido en un elemento indispensable para ayudar a que la fisioterapia se convierta en el mejor remedio ante las lesiones musculares.